Narrative Exercise
August 19th
Las Horas
I
A la una de la mañana llegó Mario y con el un soplido de un ayer paradisiaco enfrio la habitacion principal mientras penetraba el calor radioactivo de su cuerpo al mismo tiempo. Se quito la gabardina, cosas viejas que ya no se usaran llego a susurrar (y estos susurros se perdieron). Antes de reunirse con sus amigos (y estos amigos se perdieron), se fue a vestir con ropa mas comoda en una habitacion que ya no era suya. Pasa ya Mario, gritaron desde el pasillo. El pasillo pobre que se comia las sombras de sus huespedes, ya no quedaba que comer, ya mno quedaba de comer. Amor cuando vengas traeme la Sabana, musita ella. Un pañal medio nuevo reposabacon ella en el sofacito enano que apenas y se dejaba entrever entre las alturas de las cabezas: cabezas gachas, cabezas a medio terminar por la flojera de su memoria- Ella tenia un nombre. Mario termina de llegar, le tira la Sabana al lado suyo. La gravedad hizo todo el trabajo. Ahora que el fuego es negro uno solo se podia quedar paralizado entre faroles humanos, muertos y de pie en medio de la carretera de un suelo viejo y polvoriento. Ayer jugaba con los carros de mi primo. Damian parecia desvivido por el viento recien entrado. El nombre de ella es Helena.
II
Damian era como una lampara negra. Damian era como el ave que baila ceniza por ceniza, cuento por cuento, amarrado de extremidad a extremidad, pintado en la jungla siniestra bajo el sueño de su cabeza. Abrazame Mario, arrugo la cara. En tanto eso se abraza los codos, encogiendose mas. El sabia que entre tanta seguridad no se le podia costear a ella ningun seguro, como a todos los demas, se empezo a sumergir en el ayer. Me estoy haciendo viejo y no se. Se dejo acostar mas holgazan en el suelo. Entre tantos solo el gozaba del polvo.